We live in a beatiful world

Un vaso. Jugo de frutilla.
Ganas de vivir. Pero no como antes.
Cuando todo me complicaba. Cuando yo complicaba todo. Cuando el mundo me complicaba y yo le hacía el trabajo.
Entiendo que los cambios del alma son lentos.
No existe doc que cure el problema, ni kinesiologo que rehabilite.
Pero estoy dispuesta a todo. Quiero colores fuertes. Escandalosos.

Aquella semana del último post, viví un terremoto de 7 dias.
Emocional, fisico... existencial.
La verdad es que no esperaba algo tan brusco.
Y maldije mis dias, mis actitudes, mi pensar, mi cuerpo.
Sufrí las dolencias de las demás personas de la urgencia del hospital.
Hoy que siento el valor de sentirme bien. De brillar sin brillar.
Hoy quiero arriesgarme a conocer, a encantarme, a sufrir.
A comerme el mundo con una mirada.
A vivir el presente. A no esperar nada.
A drogarme en la imaginacion infantil.
A no auto-limitarme.
A vivir sin maletas.
A no comer los dos platos.
A dejar que las sobras vayan a la basura.
A no contar los SI.
A valorarlo todo.
A regalar sonrisas sin verguenza.
A saber que los neurotransmisores que liberan mis
neuronas son los de todos.
Quiero entregar lo que hay. Sin agregar. Sin quitar.
Y que no me importe nada. Nadie.
A hacer de estas palabras una oración.

Agradezo todos los comentarios de apoyo.
Las palabras lindas. Camufladas o sobre-entendidas.